Muchas veces con la práctica en el camino espiritual, creamos un lazo muy intenso con algunas divinidades, avatares y maestros. Forma parte del Bhakti Yoga, el yoga de la devoción y amor a la divinidad. Es algo natural, pero muchas veces en nuestras conversaciones personales con la divinidad, no sabemos como les debemos hablar.
Primero de todo, con total respeto y amor, pero también como si fuera un amigo, un padre, un hermano. Nuestro vínculo con la divinidad es más incluso que la muestra de amor a un familiar con el paso del tiempo.
¿Y me puedo enfadar con la divinidad?
Cuando no entendemos algo de nuestra vida, de nuestro camino espiritual y la vida nos golpea con problemas de salud, económicos, de relaciones personales, etc. es normal enfadarnos con la vida, con Dios y con el todo. Es una necesidad del Ego, que la divinidad conoce bien, por tanto la divinidad acepta que un día estés enfadada o enfadado con ella. Al igual que nosotros nos enfadamos con familiares y amigos, aunque los amemos, también debe suceder lo mismo con la divinidad. Siempre que haya respeto.
La divinidad se siente, se canta, se vive, nos produce alegrías y a veces incomprensión, pero todo forma parte del plan divino y de nuestra limitada Sabiduría.
Así que trata a las divinidades con amor y respeto, como si fuera un familiar nuestro.
Atma Govinda
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